¡Nuestra técnica de predilección! Se trata de una técnica invasiva que utiliza agujas extremadamente finas para tratar puntos de dolor (puntos gatillo). La aguja se puede considerar una extensión de los dedos del fisioterapeuta y con ella penetramos la piel en busca del punto gatillo -causante del dolor miofascial- para presionarlo, desactivarlo y acabar con el dolor de manera muy efectiva .
Consiste en la aplicación de una corriente de baja frecuencia cerca del sistema nervioso periférico para aumentar o disminuir la excitabilidad de un grupo de neuronas. Conseguimos estimular y resetear el impulso nervioso para restaurar el buen funcionamiento neuromuscular y promover una recuperación más rápida y duradera. El tratamiento se realiza ecoguiado para mayor seguridad y efectividad.
Logramos una disminución del dolor y una mejora en el control neuromotriz (mejora de la movilidad) lo que hace de esta técnica, una técnica efectiva en prácticamente cualquier patología del sistema músculo esquelético y totalmente compatible con otras técnicas de fisioterapia.
La ecografía constituye un avance en el campo de la fisioterapia ya que dota al profesional de una herramienta más para valorar de forma más objetiva el tejido lesionado, permitiendo así ver la evolución de las lesiones músculo-esqueléticas y aplicar el tratamiento que mejor se adapte al estadio y características de la misma.
Además el ecógrafo es una herramienta esencial a la hora de realizar técnicas de fisioterapia invasiva, aportando mayor precisión, mayor efectividad y también mayor seguridad.